Tuve la suerte de ser invitado a participar en el proyecto de Astrid Stavro y Pablo Martín para celebrar los 50 años de compromiso de Amadip Esment. La idea era juntar a un montón de artistas, diseñadores, ilustradores, fotógrafos, cocineros, incluso a algún realizador (!) para diseñar una etiqueta que irá impresa en las cajas de ensaimadas que hornearán los chicos de Amadip. Gente como Mariscal, Ferrán Adriá, nuestro querido Albert Pinya, se solidarizaron inmediatamente con el tema.
Me preguntaron “¿puede una etiqueta tener un efecto positivo en la sociedad?”
Respuesta: Siempre me han fascinado las etiquetas. Me dejo atrapar por sus mensajes. Me hipnotizan y trato de pensar cómo han llegado a mis manos los productos que están detrás de esas pequeñas obras de arte. Son puertas de entrada al producto que está detrás de ellas.
Pero hay otras etiquetas. Las que discriminan y ridiculizan. Las que marginan. Las que levantan muros y nos limitan. Quiero cuestionar las absurdas etiquetas sociales (o mejor antisociales). Porque quedarse en la etiqueta es como tratar de besar en la distancia. Acerquémonos. Miremos dentro de las personas. Más allá de nuestros prejuicios existe la posibilidad mágica de conocernos a nosotros mismos y así respetar profundamente a los demás. Como una espiral, tendamos al centro. Hacia adentro. A lo profundo de nosotros mismos. Donde nada puede hacernos daño. Ni las etiquetas, ni el carecer de ellas. Es en el centro de la espiral donde todo empieza y acaba.
Mi propuesta se compone de una pieza gráfica y una pieza multimedia. La primera pretende ser la puerta de entrada a la segunda, como en una etiqueta normal, pero tratando de re-interpretar el concepto. La etiqueta ya no nos dirige al producto, nos envía a otra dimensión donde un mensaje nos invita a reflexionar.
La pieza gráfica es en un código QR sobre un círculo de 27 cm. A los lados del cuadrado que forma el QR, se puede leer en cuatro idiomas (castellano, catalán, inglés y alemán) el título de la acción-protesta: Más allá de la etiqueta estoy yo
La pieza audiovisual es una pequeña película de algo más de un minuto de duración donde la voz de un niño reflexiona sobre esas etiquetas que nos impone la sociedad, planteando un interrogante y ofreciendo más preguntas como respuestas.
Supongo que la curiosidad humana y la facilidad de acceso a teléfonos inteligentes, creará una inquietud que se podrá resolver de forma prácticamente inmediata, mediante la rápida lectura del código y la visualización de la pieza.
Pero quizá sea mucho suponer.
Búscate la vida un poco y comprenderás porqué mi propuesta se titulaba “Más allá de la etiqueta estoy yo”.
La pieza invita a reflexionar sobre esas etiquetas superficiales que nos impone la sociedad.
Producción y Arte: Cumi Torán
Música Los Flayin Donkis
Locución Neo Pfeiffer
Con la colaboración especial de Mia y María
Guión, fotografía y edición Borja Zausen.