«Belén número 13, Albert Pinya: Acciones y ejercicios entorno al nacimiento de Jesucristo. Desde el portal deconstructivista, hasta la arqueología emocional o el belén nudista.»
Desde hace trece años, el Museo Can Marqués, espacio destacado dentro del circuito artístico y cultural por sus proyectos siempre poco convencionales y arriesgados, invita a un artista contemporáneo, anualmente, para crear una interpretación actual del belén tradicional o nacimiento navideño. El alto nivel de los artistas que han ido participando en cada una de las ediciones, ha hecho que el proyecto «Belenes para el S.XXI», ideado por la comisaria y directora del museo, Nieves Barber, sea un referente dentro del panorama actual del arte contemporáneo nacional. Joana Vasconcelos, Agatha Ruiz de la Prada, Joan Morey, Mateo Maté, Oscar Seco y Dionisio González son algunos de los artistas que han participado en los últimos años.
Para este año 2011, el artista invitado es Albert Pinya (Palma de Mallorca, 1985.)
El proyecto que presentará Albert, con motivo de esta nueva edición de «Belenes para el S.XXI», lleva como título «Acciones y ejercicios en torno al nacimiento de Jesucristo. Desde el portal deconstructivista, hasta la arqueología emocional o el belén nudista.»
Consta de trece performances, ocho realizadas por el artista y cinco en colaboración con otros artistas y personas. Pues una parte del proyecto es también un comisariado que ha elaborado, invitando a un poeta, a un arquitecto, a un músico, a un cocinero y a un grupo de niños, a participar en cinco acciones diferentes.
Todas las acciones han sido filmadas por Borja Zausen( cineasta, fotógrafo y cofundador del colectivo «Grandmother») que ha realizado un seguimiento documental del artista para descubrir al espectador su particular universo creativo y permitir comprender cómo se llega al objeto presente en cada una de las acciones.
Tres ideas claves son la esencia de la obra. Uno, la idea del Arte Total como un arte que puede ser interpretado por todos los sentidos que poseemos los humanos (vista, oído, gusto, tacto y olfato). Dos, la idea de jugar con los límites de hasta dónde una pieza de video documental, puede llegar a ser cine o videoarte. Y, tres, la idea de observar al mito de Jesucristo con los ojos de un nihilista.
Cada una de las acciones estará situada en cada una de las salas que conforman el espacio de Can Marqués, algunas veces de manera explícita y otras en modo camuflaje, estableciendo así un recorrido, una búsqueda y un diálogo más íntimo entre el espectador y la arquitectura del museo.
Las trece acciones que dan cuerpo a la propuesta, jamás deberán analizarse independientemente. Pues es la suma de todos los ejercicios, el resultado final de la obra. Un resultado que evoca y desemboca en el universo Pinya. Un universo ingenuo, a la vez que perverso, cándido, naif, tragicómico, irreverente, lúdico, yonqui, imprevisible, contestatario, absurdo, ridículo, estúpido, marciano, sexual, escatológico, ácido inocente, mordaz y real.
Lida Salvadora.
Crítica y comisaria independiente.
14 octubre, 2011
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